La libertad es el bien más valioso del ser humano, libertad es atención a normas y obediencia. Ser libres significa creadores y la verdadera creatividad creadora exige orientar nuestro talento hacia un ideal auténtico de vida. Si queremos ser libre debemos hacernos una idea clara y exacta de lo que somos y lo que debemos llegar a ser.
La verdadera libertad se manifiesta cuando nos preguntamos ¿ Qué va a ser de mí ’? y nos damos una respuesta. De esa decisión depende mi modo de vida, mi ideal de vida y la meta de mi existencia. Esa elección para alcanzar un ideal ha de significar disciplina, obediencia e inclusive renuncia a cosas agradables que nos distancia de ideal que queremos alcanzar. Esa renuncia no signifíca represión o falta de libertad si no un valor para conseguir una meta más alta.
Sólo el que es responsable, es verdaderamente libre, porqué su conducta se inspira en el amor a su verdad. La libertad es reflexiva, sincera, se basa en los valores y nunca perjudica a los demás. Esta forma de libertad permite a las personas ser receptivas en cuanto a que encierre un autentico valor y al mismo tiempo, actuar con total autonomía frente a toda pretensión manipuladora. La actitud de libertad debe traducirse en respeto, a pesar de la firmeza que podamos demostrar en su conservación.
La libertad además proviene de nuestra actitud personal de no ser esclavo, lo cual significa también no estar sometidos al imperio de nuestras debilidades. La libertad marcha desde nuestra interioridad, se esparce en el colectivo y regresa a cada cual convertida en una posibilidad de ser plenamente una persona.
sábado, 19 de junio de 2010
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No someternos a nuestras debilidades, interesante propuesta, gracias, Sobella.
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